Ramón Ayala despide su historia en Monterrey con una noche llena de emoción y nostalgia
Ramón Ayala despide su historia en Monterrey con una noche llena de emoción y nostalgia
La Arena Monterrey fue testigo de una de esas noches que se quedan en la memoria colectiva. El Rey del Acordeón, Ramón Ayala, llegó con su gira La Historia de un Final y ofreció un concierto que fue más que música: fue un viaje por más de 60 años de carrera que han marcado a generaciones enteras.
Desde las 21:40 h, más de diez mil personas esperaban con ansias el inicio del espectáculo. Había de todo en el público: familias completas, parejas jóvenes, señores de botas y sombrero, y niños que descubrían en vivo al ídolo que sus padres escuchan desde hace décadas. Ni la lluvia fue obstáculo; la multitud llegó con impermeables y la mejor actitud para celebrar al hombre que ha sido la banda sonora de innumerables historias.
La producción sorprendió desde el primer segundo: en las pantallas apareció un imponente castillo,,, reafirmando el título de “Rey del Acordeón”. Las luces jugaron un papel protagónico, acompañando cada tema con la emoción precisa: tonos cálidos para las canciones más nostálgicas y destellos brillantes para las más festivas.
Cada interpretación fue una historia en sí misma; Mujer Paseada se sintió como un relato de amor perdido, Puño de Tierra como una reflexión sobre la vida, y Baraja de Oro levantó suspiros entre el público. Cuando llegó Un Rinconcito en el Cielo, la Arena entera se iluminó con los celulares, creando un ambiente casi celestial.
Uno de los momentos más emotivos fue el homenaje a Cornelio Reyna, acompañado de un mariachi invitado. Ramón recordó a su amigo y compañero de Los Relámpagos del Norte, arrancando aplausos de pie y algunas lágrimas entre los asistentes.
La multitud cantó a todo pulmón, consciente de que estaba despidiendo a un ídolo. Ramón Ayala no sólo dio un concierto; ofreció una noche de historias, emociones y agradecimiento que reafirman su lugar en el corazón del público.
Fotografías y Nota: Alejandra Zacarías
2024, México. Todos los derechos reservados.