Sirenas Fest 2025: una noche de poder y catarsis colectiva
Sirenas Fest 2025: una noche de poder y catarsis colectiva
El pasado 8 de agosto de 2025, se vivió una jornada explosiva en el Sirenas Fest, un evento que reunió a una serie de bandas y artistas con discursos poderosos, letras crudas y una energía capaz de sacudir hasta al público más tranquilo.
Lo que comenzó con una atmósfera relajada terminó convirtiéndose en una auténtica celebración del descontrol, el punk y la fuerza femenina en el escenario.
El festival arrancó con la participación de La siniestra, una banda de ska que rápidamente encendió los ánimos con su estilo contagioso y energético.
A mitad de la presentación de New Lion, subió al escenario un joven rapero para colaborar en una sola canción. Su intervención fue breve pero potente, aportando un momento inesperado que conectó con la audiencia.
A continuación participo la banda New Lion una banda ska que se caracteriza por su increíble sonido de trompetas y saxofón. Un momento especialmente entrañable fue cuando la hija de la vocalista subió al escenario para cantar una canción con la banda, provocando una gran ovación por parte del público.
A continuación participo la banda New Lion una banda ska que se caracteriza por su increíble sonido de trompetas y saxofón. Un momento especialmente entrañable fue cuando la hija de la vocalista subió al escenario para cantar una canción con la banda, provocando una gran ovación por parte del público.
Más adelante, fue el turno de Ximbo, reconocida rapera mexicana, quien tomó el micrófono con letras crudas y realistas, que tocaron temas sociales y personales con una honestidad contundente. Durante una de sus canciones, El mismo joven rapero del inicio subió para acompañarla en una pequeña pero significativa parte de su presentación, generando uno de los momentos más intensos de la noche.
El verdadero caos comenzó cuando Las Ultrasónicas subieron al escenario. Desde la primera nota, el público explotó. Jessy Vulvo, su vocalista, desató la locura colectiva, especialmente durante la interpretación de Descocada, donde la multitud literalmente se volvió salvaje. Gritos, saltos, euforia total.
Durante toda la presentación, la audiencia no dejó de cantar, gritar y hacer slam. Lo más impresionante fue que el slam era solo de mujeres. Era una zona completamente dominada por ellas, y quienes no lo eran —como yo, que además traía la cámara—, mejor ni nos metíamos... ¿para qué chingados?
Entre canción y canción, un personaje llamó la atención: un tipo que aparecía disfrazado distinto cada vez que subía al escenario. Cambió de look al menos seis veces a lo largo del show, y en cada aparición desataba aún más el frenesí lanzándose al publico. Entre sus intervenciones, había una o dos canciones donde no salía, lo cual solo aumentaba la expectativa.
En las primeras canciones, este mismo sujeto apareció con una pistola de agua, disparando chorros al público. Uno me cayó directo en la cara, como si fuera una especie de bautizo punk para lo que se venía.
Además, Las Ultrasónicas no se guardaron nada: como es su estilo, su show estuvo cargado de insinuaciones sexuales provocadoras, gritos desbordados y una energía descontrolada que electrificó el ambiente.
El cierre fue apoteósico: en la última canción, la bajista se lanzó al público, y se formó un gran círculo de slam alrededor de ella. El caos fue total. Yo terminé aplastado por una multitud, pero riéndome entre codazos y zapatillas voladoras. Fue un momento de entrega absoluta, un acto de conexión entre banda y público como pocas veces se ve.
Sirenas Fest 2025 no fue solo un concierto. Fue una experiencia intensa, catártica, salvaje y profundamente liberadora. Una noche donde las mujeres tomaron el centro del escenario (y del slam), dejando claro que la música también es territorio de lucha, goce y fuerza colectiva.
Nota: Clio Nava
Fotografías: Jeffrey Montoya
2024, México. Todos los derechos reservados.