Auditorio Banamex se convirtió en un portal mágico donde las leyes de la física se tomaron el día libre y Lindsey Stirling nos llevó de paseo por The Duality Tour. Spoiler: salimos con adrenalina en el alma y con la certeza de que el violín puede ser más rockstar que una guitarra eléctrica.

Desde que arrancó con “Eye of the Untold Her”, fue como si hubiéramos abierto un libro de fantasía interactivo. Cada canción era un nuevo capítulo: vestuarios de ensueño, visuales que parecían sacados de un videojuego triple A y una Lindsey que no solo tocaba… flotaba, corría, giraba y lanzaba flechas musicales directo al pecho.

"Underground” y “Crystallize” nos dejaron con los pies en el aire, mientras que joyas como “Serenity Now” o “First Light” hicieron que el tiempo se ralentizara. Y cuando llegó “Shatter Me”, todo el auditorio fue un solo grito, como si la canción fuera un hechizo colectivo.

Entre canción y canción, Lindsey nos recordó por qué la amamos: cero poses, mil historias, y ese toque de “sí, se puede ser épico y humano a la vez”. Cerró con “Survive”, y vaya que sobrevivir a ese final fue un acto de fuerza de voluntad.

Conclusión: no fue un concierto… fue un side quest que debería venir de serie en la vida real.