1. La voz que te rompe y te cose en la misma canción.

Jacinto no canta, te descifra. Si traes emociones atoradas… ahí se te van a salir.

Y se siente delicioso.

2. Guitarras que parecen banda sonora de tu crisis existencial

Ese momento donde ves al vacío y dices “igual sí valgo la pena” — Jacinto lo musicaliza.

Literal soundtrack de tu película interna.

3. Pura gente que SÍ siente.

No vas a ir a fingir “todo bien bro”, aquí se va a sentir, llorar, abrazar, reír y tal vez textear a quien no deberías.

(no recomendado pero sí comprendido)

4. Momentos que se quedan guardados

Hay artistas que se escuchan.

Y hay artistas que se recuerdan.

Jacinto es de los segundos.

Fotos, abrazos, coreos, ese silencio bonito entre canción y canción.

5. Porque después vas a andar diciendo “yo los vi antes de que explotaran”

Y sí, van pa’ arriba. Este es el tipo de show que luego presumimos como reliquia.

No te quedes con el “me contaron”.

Ve. Vive. Siente.