1. Son leyendas vivientes del metal cristiano.
   Si no conoces a Stryper, seguro tu tío rockero sí. La banda puso al metal cristiano en el mapa con hits como "To Hell with the Devil" y "Honestly", rompiendo esquemas sin sacrificar riffs pesados.
   
   

2. Traen nuevo material... ¡y suena brutal!
   Aunque traen todos los clásicos, también están promocionando rolas nuevas que siguen sonando afiladas. Spoiler: no han perdido ni una gota de poder.
   
   

3. Los trajes amarillo y negro siguen vivos.
   Porque el glam no muere, evoluciona. Michael Sweet y compañía siguen rockeando con sus trajes a rayas, y no nos molestaría si lanzan Biblias como en los viejos tiempos.
   
   

4. Su directo sigue siendo demoledor.
   Voces afinadas, solos de guitarra impecables, y un baterista que podría levantar a los muertos. Te guste o no el mensaje, el show vale cada centavo.
   
   

5. Una noche para unir generaciones.
   Desde los que los vieron en los 80s hasta los nuevos fans que los descubrieron por memes o Spotify, este es uno de esos conciertos que suenan igual de fuerte para todos.

Nota: Orlando Limón