Hay artistas que pasan de moda… y luego está Bronco, los verdaderos jefes del regional que le demostraron a Monterrey, una vez más, que los clásicos no envejecen, solo se hacen más poderosos.

El 3 y 4 de octubre, la Arena Monterrey se pintó de botas, sombreros y puro sentimiento norteño cuando Lupe Esparza y compañía regresaron con su tour “Dejando Huella”, logrando sold out en ambas fechas. Sí, dos noches seguidas llenando uno de los venues más grandes de México. No cualquiera puede decir eso.

Se sintió esa conexión que Bronco ha construido por décadas: familias completas, fans que crecieron con ellos y nuevas generaciones que se saben los coros como si hubieran nacido con un cassette en la mano.

No faltaron esos momentos donde todos levantaron el celular con la linterna, ni los gritos cuando Lupe lanzó sus frases icónicas entre canción y canción ese toque Bronco que nadie más puede replicar.

El concepto “Dejando Huella” es literal. Bronco está reafirmando su lugar como un fenómeno cultural, de esos que cruzan generaciones, géneros y hasta fronteras. Cada presentación se siente como una celebración al legado de la música mexicana y el poderío de nuestro estado, con energía, emoción y una producción que demuestra que los de Apodaca siguen siendo la élite de la élite.

Monterrey respondió con todo, y si algo quedó claro, es que el galope de Bronco sigue firme. 

Porque los años pasan, las modas cambian, pero Bronco sigue siendo Bronco.